
Cabe remarcar que hay mitos muy difundidos con ánimos de empantanar tradiciones de hace mucho tiempo. No es cierto que el toro es cegado durante varios días, ni que es pateado ni maltratado antes de salir al ruedo. En primer lugar no está en los intereses del ganadero criar un animal durante varios años para luego untarle vaselina en los ojos como dicen algunos mails en cadena risibles. En segundo lugar cualquier persona que haya ido a toros puede confirmar que horas antes de la corrida es posible pasearse por debajo de los tendidos y echar un vistazo a los toros para decidir la calidad de la corrida. Es cierto que el toro sale a ruedo en gritos y se encuentra perdido, es cierto que luego es apuñalado con varas por hombres montados en caballo, es cierto que luego se cuelgan banderillas de su piel con ganchos de metal y por último, también es cierto que el matador clava una espada de más de un metro que perfora órganos. Se preguntan cómo es posible disfrutar ese acto pero olvidan que muy adentro añoran batallas épicas, filmes gore, y cuánto género existe donde se derrama sangre y se cortan cabezas.

Cuando se prohíben peleas de gallos, empresas de nivel nacional patrocinan corralejas. Lo que es la vergüenza de algunos es el negocio de otros. Adoradores de la naturaleza la clasifican como bondadosa casi a nivel de deidad, pero se olvidan de que la naturaleza es voraz. Aquello que tomamos como estereotipo de bello no es sino un espejismo, producto de un legado cultural. Solo falta ver que 99,9% de las especies que alguna vez existieron están extintas para darse cuenta que esta exaltación estética de la naturaleza es tan efímera como la pureza del ser humano. Cuántos días cree que puede vivir un hombre en el trópico sin ser consumido por el calor y los insectos?, cuántos días puede vivir un hombre por sí solo en cualquier hábitat conocido?, Cuántas veces se ha preocupado un virus por acabar con una familia completa de especies? Por qué debería ser nuestro trato con la naturaleza diferente al que ella nos dá a nosotros? Si tuviera la oportunidad, en qué momento la naturaleza velaría por el bienestar humano tanto como decimos hacerlo nosotros ahora en la forma inversa? Es una batalla con un enemigo que no sólo subestimamos, sino que estamos encaminando a ser nuestro verdugo.
Hay aquellos que incluso elevan su sentido de superioridad pretendiendo dejar de alimentarse de carne animal. En primer lugar cabe resaltar que el desarrollo evolutivo del cerebro está fuertemente ligado al consumo de carne. Y si no fueran pocas las razones “naturales” de comer carne, sobra decir que el organismo humano necesita de las bondades proveídas unicamente por el cadáver de otro animal. Es totalmente cierto que si todos dejáramos de comer carne habrían suficientes alimentos para satisfacer a toda la raza humana, pues cultivos dedicados al levante de animales podrían ser dedicados al consumo humano. Pero mientras el sistema cae, me gustaría recordar a aquellos vegetarianos que creen que ayudan a los animales que su dieta no está libre de sangre. El sistema de producción masiva en los cultivos aniquila a millones de animales al año cuando se recogen siembras con maquinaria, que acaban con ecosistemas de topos, aves, conejos silvestres, y ni hablar a nivel molecular. A nadie le sería práctico hacerle un funeral cuando se muere una célula de su cuerpo. Por último, en serio creen que las plantas no sienten? Está comprobado científicamente que las plantas son capaces de comunicarse e incluso de generar estímulos bajo acciones externas clasificables como sentimientos de placer y dolor. Entonces por qué comer plantas no es tan vil como comer animales?

El humano intenta continuamente ponerse en un lugar exaltado en cuánto a las otras especies, y este sentido de superioridad genera escenarios que auspician la discriminación entre especies, que en último redundan en credos ecologistas que son bocetos de religiones. Ambientalistas persiguen ciegamente una fe basada en ideas procesadas por cajas de televisión y premios Novel a ex presidentes gringos. De un lado está la ciencia que cree en el desarrollo sostenible y del otro está una religión basada en la satanización del progreso. Gracias a interminables experimentos con animales vivos, los mismos protestantes, que agitan ciegamente carteles, podrán protestar durante varios años más. Se descubrió el funcionamiento del sistema circulatorio gracias a vivisecciones practicadas a animales, vacunas que previenen cientos de enfermedades son probadas primero en animales, funciones especificas del cerebro son detectadas en ratones. Nadie quiere que se experimente con animales, pero cuando su madre está en el lecho de muerte claman por un trasplante de corazón producto de años de practica científica en animales o por una medicina milagrosa que salió al mercado después de rigurosos ensayos en laboratorios con seres vivos. En cuarto de primaria abrimos nuestra primera rana.
Después de siglos de generación de conocimiento científico, la biología se encuentra estancada por un tabú puramente adquirido por tradición cultural. La facultad de experimentar con seres humanos está condenada por conservadores que no quieren jugar a ser dios, como si existiera tal cosa. No es cierto que si un dios nos dio la capacidad del entendimiento de nuestro propio destino, no deberíamos poder modificarlo? Está en las manos del humano disponer de técnicas de clonación y selección artificial para terminar con enfermedades congénitas horribles que afectan a niños inocentes, y después de dar el paso de la conservación seguir por el de la perfección. La eugenesia no debería ser un tema de debate político sino un proyecto de superación como especie.
